La intención del ensayo es advertir las dimensiones sociales del conocimiento científi-co en torno al “delito”, observar de qué modo ese concepto teórico se incorpora al sentido común, de qué formas se ha insertado en los discursos de los sujetos sociales. En esa dimensión, quizás un tanto difusa, en la yuxtaposición de conocimientos, en los intercambios sobre los modos de interpretación del mundo, en los flujos y reflujos de sentido común y producción teórica, en su continua (retro)alimentación, es que se apoya este ensayo. Conjeturo que el “delito” esconde su carga teórica, su dimensión prescriptiva, su carácter de prisma con el cual observar el mundo circundante, por el cual construir una cosmovisión determinada. La distinción entre concepto científico como blasón de la precisión “quirúrgica”, y del lenguaje corriente como la inmanencia de su antítesis, de la imprecisión, la ambigüedad, la flexibilidad, en el “delito” se volvería difusa. Solemne y a la vez popular, impone el respeto de la ciencia en la capilaridad del discurso minúsculo; murmullo constante del hombre de a pie pero bajo el estatuto de la cientificidad, el “delito” se piensa en mayúsculas al mismo tiempo que se inscribe con minúsculas en el discurso social.
The purpose of this essay is to point out the social dimensions of the scientific knowle-dge towards “crime”, to behold how this concept is included in global common sense, in which ways has been inserted in social subjects speeches. In that nearly diffuse dimen-sion, the knowledge juxtaposition, the different ways to interpret the world, the ebbs and flows of common sense and theoretical production and in its permanent feed-back lanes this essay. I conjecture that “crime” hides its theoretical load, its prescriptive dimen-sion, the facts that it is a prism through which the world can be seen, in which is possible to build an specific worldview. The distinction between scientific concept as a blazon of the “surgical” precision, and the habitual language as the immanence of its antithesis, its vagueness, ambiguity, its flexibility, in “crime” would become diffuse. Solemn and also popular, enforces the respect from science in the capillary minor discourse; constant murmur of standing men but beneath scientific status, “crime” is immersed in social speech in minuscule while is thought in majuscule.