En un estudio centrado en el territorio que, a mediados de los años setenta, se denominó Subzona 51 (1975-1983), el artículo se interroga sobre el mecanismo de “legalización” de detenidos desaparecidos y, fundamentalmente, sobre la utilización que las Fuerzas Armadas hicieron de algunos grupos de víctimas en el armado de “operaciones psicológicas”. Las “legalizaciones” fueron la forma de enlace por la que el Ejército regularizó la situación jurídica de varios de los detenidos desaparecidos, habilitando, con ese acto, la continuidad de diversas prácticas de control y castigo en cárceles sobre ellos. Partiendo de esta premisa, la hipótesis es que, como parte de estos procesos, el V Cuerpo de Ejército hizo uso de distintos grupos de personas que serían “legalizadas” con el objetivo de aportar al armado de una serie de “operaciones psicológicas” –que involucró a otras víctimas–, en las que se buscó cristalizar ciertos sentidos sobre la actuación de la “subversión” a nivel local
Based on a study focused on the territory that was called Subzone 51 (1975-1983) in the mid-1970s, the article questions about the "legalization" device of disappeared detainees and particularly on the use of some of these victims in the "psychological operations" assembling maded by the Armed Forces. "Legalizations" were the form of liaison by which the Army regularized the legal status of the disappeared detainees, enabling, with that act, the continuity of various practices of control and punishment in jails over them. Based on this principle, the hypothesis is thatthe V Army Corps, as part of these processes, made use of different people groups who would be “legalized” with the aim of contributing to the assembly of a “psychological operations” series –that involved other victims–, in which it was sought to crystallize certain senses about the “subversion” actions at the local level